jueves, 16 de abril de 2015

Quién pagará la verdadera crisis de deuda

Deuda soberana
Hablamos de crisis de deuda cuando el Estado no es capaz de afrontar los pagos de la deuda que ha emitido previamente. Esta deuda, suele compararse con el PIB del país, de forma que:

- Tenemos una deuda de X veces el PIB
- Creada cada año por un Y% de déficit sobre el PIB
- Donde se pagan unos intereses del Z%

Cuando el estado no puede pagar dicha deuda, hay tres formas de actuar:

- La primera es hacer recortes sociales y aumentar impuestos para disminuir el déficit Y%. En este caso, son los ciudadanos quienes pagan, por tanto.

- La segunda es confiscar los ahorros de los ciudadanos. Confiscar quiere decir quitar, y de ahí la palabra quita, que se puso de moda en Chipre en 2013. En este caso, se impide a los ciudadanos sacar su dinero del banco para que no lo metan bajo el colchón y durante este tiempo el Estado les quita una parte. En Chipre fue lo que pasó, con depósitos, y demás. También pasó en Polonia con planes de pensiones, etc. En este caso, son los ciudadanos quienes pagan.

- La tercera es subir la inflación. Si el Estado debe dinero al 5% anual a 10 años, esto es que de cada 100 euros el Estado pagará 62€ de intereses tras 10 años. Sin embargo, si el estado (en realidad el banco central que emite la moneda) imprime billetes gratuitamente (papel al fin y al cabo, pero que existe un consenso de que es papel con un valor), entonces el valor del dinero disminuye, puesto que la riqueza es la misma. Es decir, si un país tiene 100 unidades de riqueza a dividir entre 100 billetes en circulación, cada billete vale 1 unidad de riqueza. Si imprimimos 100 billetes más, entonces cada billete vale sólo 0,5 unidades de riqueza. Bien, pues esto no es más que aumentar la inflación. Si la inflación aumenta un 3% anual, entonces esos 62 euros ya no tienen el mismo valor que antes, sino menos. De hecho el Estado pagará siempre el 5% durante 10 años, pero si el valor del dinero es un 3% menor cada año, es como si el estado pagase sólo un 2¨%. ¿Quién es el perjudicado aquí? Los ahorradores que tienen su dinero en el banco o en renta fija, puesto que la renta es fija, y hay que restarle la inflación para ver la renta real en poder adquisitivo. ¿Cómo protegerse contra tal empobrecimiento? Pues no teniendo dinero liquido ni invertido en renta fija (depósitos, bonos de empresas o letras del tesoro). ¿Y en qué invertir entonces? En bienes reales como acciones de empresas reales que subirán sus precios tanto como la inflación (y por tanto sus beneficios, su beneficio por acción y su cotización), en bienes inmobiliarios, o en oro y plata. Al menos los bienes inmobiliarios, a las malas, tienen una cierta utilidad. Una acción, en el fondo, también, puesto que es una parte de una empresa, con sus activos, furgonetas, oficinas,...pero eso, en el fondo. Finalmente el oro y la plata son de poca utilidad, y en cierta manera también es una convención el hecho de darle un valor. Aunque al menos son limitados, no como los billetes que los imprime una máquina a expensas de lo que un grupo de personas del banco central decidan.

- La cuarta es declarar bancarrota, default o suspensión de pagos. Es decir, se reconoce que no se puedan pagar los intereses, y simplemente no se pagan. A mi juicio es la forma más sensata de afrontar una imposibilidad de pago. Es decir, si no puedo pagarle a la persona A (persona o institución inversora en deuda soberana, o sea, el prestamista), no le pago. Pero lo que no voy a hacer es robarle a la persona B (ciudadano y/o ahorrador) para pagarle a la A. Como digo, si no puede pagárse a A, lo sensato es decírselo y no pagarle. De hecho, cuando se invierte en renta fija, incluyendo deuda soberana, se admite y asume un riesgo. El riesgo puede ser bajo, pero es un riesgo al fin y al cabo. Por eso la deuda griega renta un 7% y la alemana un 0%, porque se considera que puede que Grecia no te pague. Ese riesgo debe asumirse, y por tanto, es legítimo que un Estado no pague y se declare en default, puesto que sus prestamistas han aceptado el juego del riesgo. Lo que no sería justo es pedir o quitar dinero mediante quitas o subidas de inflación a gente que nunca ha comenzado a jugar a ese juego y no ha aceptado ningún riesgo.

Dicho esto, no sólo Grecia tiene un problema de deuda. Lo tiene Grecia, Estados Unidos, Japón, Francia, España, etc. Todos estos países (y muchos más) tienen deudas del orden de su PIB o incluso mayores, y continúan con déficit (Y>0), es decir, aumentando la deuda.  Hay un problema gordo y una de las cuatro soluciones anteriormente citadas, o combinación de varias, va a producirse tarde o temprano. Por lo pronto la emisión de moneda por parte del Banco Central Europeo con la consecuente subida de la inflación, la subidas de impuestos (IRPF, desgravaciones de vivienda, IVA, transmisiones,...) y los recortes sociales ya se han producido y siguen produciéndose. La quita en Chipre también se produjo. Todas las que afectan a ciudadanos y ahorradores que no han asumido el riesgo del Estado. Sin embargo quien sí lo ha asumido (como quien compra una acción, y asume que puede bajar), no suele pagar. Dicho esto, dejo la pregunta para reflexión: ¿habrá un período de súper inflación como el que ha habido en Venezuela durante los últimos años (inflación media del 40% anual), habrá una quita generalizada importante, subirán los impuestos de forma que se ahogue el trabajo y no merezca la pena trabajar (o al menos trabajar de forma declarada)? . Todos estos son motivos de gran depresión económica y crisis sociales muy importantes. La pregunta, a mi juicio no es si se va a producir o no, sino cuándo. ¿De aquí a dos años, 10 años, 50 años? No lo sé, pero está claro que ocurrirá algo, y mejor estar protegidos en activos reales.
Comenta, ¡aprendemos todos!

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